Imagina llegar a tu coche, exhausto tras un largo día, y descubrir que la puerta está bloqueada. Y las llaves, por supuesto, no están contigo. La frustración puede apoderarse de ti por muchos motivos diferentes; la compra del supermercado se pudre en el maletero, tienes una cita importante, es de noche y deseas regresar a casa, etc.
En ese momento, la figura del cerrajero se convierte en tu héroe salvador. Su experta mano y su kit de herramientas son la llave para liberarte de tu encierro improvisado. En cuestión de minutos, la puerta se abre y puedes respirar aliviado.
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